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La vitamina D es un nutriente fundamental para la salud. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes. Es la vitamina del sol, pero también está en algunos alimentos y puede consumirse como suplemento. Por qué son distintas la D y la D3.
Junto con el calcio, la vitamina D contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas.
Además, los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. La vitamina D es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.
Cómo se produce la Vitamina D
El cuerpo produce vitamina D cuando la piel se expone al sol y la mayoría de las personas reciben al menos algo de vitamina D de esta manera. Sin embargo, la radiación ultravioleta del sol puede causar cáncer de piel, lo que hace que en las últimas décadas las personas usen a todas las edades protectores y bloqueadores para que la piel no sufra esta radiación.
Aunque los protectores solares limitan la producción de vitamina D, los dermatólogos recomiendan usar aquellos que ofrecen un factor de protección solar (FPS) de 30 o más si la persona va a exponerse al sol por largo tiempo. Esto hace que sea muy común que las personas tengan deficiencia de vitamina D.
Es que hay muy pocos alimentos que contienen vitamina D de forma natural. La mejor fuente es el pescado graso como el salmón, el atún y la caballa. Los alimentos fortificados como la leche constituyen la fuente principal de vitamina D. También, cuando un médico ve este déficit en los análisis clínicos, da suplementos.
El pescado graso es uno de los alimentos con mayor vitamina D.
Diferencias entre la vitamina D y la D 3
Generalmente, cuando se menciona la vitamina D, la selección implícita es la vitamina D2. La otra opción es la vitamina D 3. La vitamina D (D2) proviene de fuentes vegetales, como los hongos silvestres, o los alimentos enriquecidos, como la leche o los cereales. Su fuerza generalmente se mide en unidades internacionales, que se abrevia como “UI” en la etiqueta.
Las cápsulas que se consiguen en las farmacias de 50,000 UI son solo con receta, mientras que las concentraciones más bajas están disponibles sin receta.
La vitamina D3 proviene principalmente de fuentes animales, como el aceite de pescado, los pescados grasos, el hígado y la yema de huevo. Cuando la piel se expone a la luz solar, produce vitamina D3, por eso se la conoce como la vitamina del sol.
Si bien estos suplementos pueden conseguirse sin receta en las farmacias, es muy recomendable que los prescriba o recete un médico clínico o de cabecera cuando en un análisis clínico dé bajo este nutriente.
La falta de Vitamina D favorece la osteoporosis.
La vitamina D y D3 finalmente se metabolizan a la forma de metabolito activo, calcitriol. Del calcitriol provienen los importantes resultados finales de un nivel saludable de vitamina D en el cuerpo que garantiza, básicamente, tener huesos fuertes.
El mayor temor de los médicos cuando a sus pacientes les da baja la vitamina D, algo muy frecuente en la pandemia de Covid-19 por el encierro del confinamiento, pero también muy común porque los protectores solares no permiten bien esta exposición, es que tengan problemas óseos.
El calcitriol promueve la absorción renal de calcio, aumenta la absorción intestinal tanto de calcio como de fósforo y aumenta la movilización de esta sustancia del hueso al plasma. Incluso se ha demostrado que el calcitriol inhibe el crecimiento de células cancerosas. En última instancia, tanto la vitamina D como la D3 le dan al cuerpo el metabolito crítico, el calcitriol.
