Global Courant
Otra vez nuestro país atraviesa un período de desesperación económica. La mayoría de las familias medias no se pueden sostener, el inevitable y cotidiano supermercado desdibuja sonrisas apenas se ingresa.
Las compras en general se achican, gran cantidad de taxis esperan vacíos en las esquinas, muchos negocios bajan persianas, las farmacias se transformaron en enemigos insoslayables.
Con todo esto y mucho más, la impotencia de las familias va in crescendo lenta y angustiosamente. El pan nuestro de cada día, ahora es de cada semana, y la leche el complemento básico de niños y ancianos, es imposible para muchos.
¿El queso? Mejor no mencionar lujos en este breve análisis. Y los pobres que cada vez son más ¿de dónde vienen? ¿Son marcianos? ¿O serán de la clase media baja? Y es así como aparecen las promesas de modificar todo en este tiempo de elecciones.
Los gobernantes también lo hacen y prometen cambiar si ganan, quiere decir que “reconocen” que estamos muy mal, entonces desde mi ignorancia me pregunto: ¿por qué no comienzan a modificar este desastre desde ahora?
Porque si ganaran asumirían el 10 de diciembre y hasta que se terminaran de acomodar las bandas y designar asesores se pasaría la Navidad, Año Nuevo y las vacaciones de enero. Por lo tanto si sobreviviéramos hasta entonces nos encontraría un febrero re fundidos a todos.
Bah, a todos no, siempre están los que no dicen ni mu. Ellos son la clase alta de siempre. ¿Para qué luchar? se preguntarán, si con todo este embole aún pueden seguir subiendo a los cruceros, aviones y demás distracciones necesarias para “el bien vivir”.
Aun así continuamos con la esperanza viva. Sólo nos resta estar alertas. Este despelote no lo arregla un mesías. Lo arregla la democracia. Un pueblo consciente, lógico que no se deja engañar con dibujitos animados. La hora es crucial, razonemos.
Edith Michelotti / [email protected]
Se pregunta por Alberto Fernández y su gira
¿Alguien sabe algo del presidente de la nación Alberto Fernández?
Según las noticias está de viaje y tiene el itinerario lleno hasta diciembre. Como argentino me pregunto si alguien audita los discursos que está diciendo en el exterior.
Me lo imagino diciendo que ellos levantaron el país y es uno de los más prósperos de América del sud, a pesar de la guerra, la pandemia, etc, etc.
¿Sabrá que los diplomáticos de los otros países están informados que tenemos un 120% de inflación y un 45 % de pobreza?
¡Qué mal estamos quedando ante el mundo, me da vergüenza ajena!
Mario Giovani / [email protected]
“¿Massa está al tanto de cuánto sale un autito?”
“Si tienen que ahorrar compren un autito, no me vayan a comprar dólares” (el “me” ¿está demás o es un acto fallido?) Sergio Massa dixit.
¿Realmente cree el actual ministro de Economía con ínfulas de presidente, que los argentinos tenemos capacidad de ahorro en medio de esta inflación galopante?
¿No es un comentario burlón, despectivo, de pésimo gusto? ¿Está Massa al tanto del valor de un auto, no digo cero kilómetro, sino usado? ¿Sabe Massa cuál es el monto de la jubilación mínima, la que yo percibo tras aportar durante 40 años a la Caja de Autónomos? A gatas puedo cargar unos litros de nafta en mi auto modelo 2018.
¿En qué país vive el candidato el oficialismo? ¿Por qué promete mejoras que no logró ni logra durante su actual gestión?
Preguntas retóricas, con respuestas más que obvias …
Irene Bianchi / [email protected]
De inflación, “en un país con un ministro fallido”
En un país medianamente normal, con el dígito de agosto inflacionario en 12,4%, el presidente Alberto Fernández pediría la renuncia del ministro de Economía Sergio Massa.
En un país con un ministro tan fallido, no podría candidatearse a la presidencia. Hay un país en que ésto es posible y tal vez probable.
Guillermo Luis Bravo / [email protected]
“La calesita populista y las ideas obsoletas”
La República sigue herida. Huérfanos de decisiones, la calesita populista sigue y nadie desde hace 40 años se anima a construir políticas públicas para evitar que siga girando al olvido.
Todos los responsables sufrieron sufren y sufrirán bulimia informativa. No es fácil encontrar el camino.
La corporación política que no sólo no sabe (tampoco le interesa) cómo elevar la calidad de vida de todos los habitantes, sino que arrastra ideas obsoletas que nos siguen paralizando para un crecimiento sustentable (muy citado y poco efectuado) mientras nuestro futuro se ensombrece aún más.
No me desalienta ni aún el desaliento.
Eze Amaro / [email protected]
AySA y la compra de autos con sobreprecio
Hemos recibido el último mes en la factura de AySA un aumento del 197% en el valor del agua, justamente cuando la empresa decidió adquirir sin licitación, más de 600 vehículos utilitarios por un importe superior al mercado, por la titular de Aysa, Malena Galmarini, y esposa del candidato a presidente Sergio Massa, según se pudo leer en los periódicos.
Quiero imaginarme que esta forma de disponer de nuestro dinero a pocos meses de dejar el gobierno, llevará a algún fiscal a investigar esta operación, pero dados los contactos en la Justicia que tiene Massa, con fiscales y jueces amigos, dudo que prospere.
Evidentemente, cuando dicen que tenemos los gobiernos que nos merecemos, están en lo cierto, como diría el Chapulín.
Juan Carlos Galiano / [email protected]